martes, 15 de noviembre de 2011

Tendencias mundiales para el desarrollo sustentable.
Cumbres mundiales

BRASIL, SETIEMBRE, 1992

Durante la Conferencia de Rio, fueron aprobados cuatro documentos : la Agenda 21 o Plan de Acción, la Declaración de Rio que contiene 27 principios, algunos de los cuales comprenden el compromiso de los países de introducir ciertos instrumentos de política en su derecho ambiental interno ; la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Convenio Sobre Diversidad Biológica. Para efectos de la Síntesis, se desarrolla el contenido del Plan de Acción incluyendo algunos elementos derivados de la Guía Práctica para la Identificación de las Medidas en Favor de la Mujer elaborado por UNIFEM en este marco. Se inició el análisis y la síntesis a partir del Capítulo II, por cuanto el interés del presente sistema se refiere esencialmente a los procesos, compromisos, objetivos y acciones a las cuales se han comprometido los gobiernos y a las solicitudes o asistencia que le compete a las Agencias de Naciones Unidas para avanzar en su cumplimiento y no tanto en cuanto al diagnóstico que está contenido en el Capítulo I.

Principios Sustantivos de la Declaración de Rio

1. Los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible, tienen derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza.

2. Los Estados tienen el derecho soberano de aprovechar sus propios recursos según sus propias políticas ambientales y de desarrollo y la responsabilidad de velar porque las actividades no causen daños al ambiente de otros Estados.

3. El derecho al desarrollo debe ejercerse de forma tal que responda equitativamente a las necesidades de desarrollo y ambientales de las generaciones presentes y futuras.

4. A fin de alcanzar el desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente deberá constituir parte integrante del proceso de desarrollo y no podrá considerarse en forma aislada.

5. Todos los Estados y todas las personas deberán cooperar en la tarea esencial de erradicar la pobreza como requisito indispensable para el desarrollo sostenible.

6. Se dará especial prioridad a la situación y necesidades especiales de los países en desarrollo.

7. Los Estados deberán cooperar con espíritu de solidaridad mundial para conservar, proteger y establecer la salud y la integridad del ecosistema de la tierras.

8. Para alcanzar el desarrollo sostenible y una mejor calidad de vida para todas las personas, los Estados deberán reducir o eliminar las modalidades de producción y consumo insostenibles.

9. Los Estados deberán cooperar en el fortalecimiento de su propia capacidad de lograr el desarrollo sostenible, aumentando el saber científico.

10. El mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participación de todos los ciudadanos interesados en el nivel que corresponda.

12. Los Estados deberán cooperar en la promoción de un sistema económico internacional favorable y abierto que lleve al crecimiento económico y al desarrollo sostenible de todos los países, a fin de abordar en mejor forma los problemas de la degradación ambiental.

13. Los Estados deberán desarrollar la legislación nacional relativa a la responsabilidad y la indemnización respecto de las víctimas de la contaminación y otros daños ambientales.

14. Los Estados deberán cooperar efectivamente para desalentar o evitar la reubicación o la transferencia de cualesquiera actividades o sustancias que causen degradación ambiental grave o se consideren nocivas para la salud humana.

15. Los Estados deberán aplicar ampliamente el criterio de precaución conforme a sus capacidades con el fin de proteger el medio ambiente.

16. Las autoridades nacionales deberán fomentar la internalización de los costos ambientales y el uso de instrumentos económicos, teniendo en cuenta el criterio de que el que contamina, debe, en principio, cargar con los costos de la contaminación, teniendo debidamente en cuenta el interés público y sin distorsionar el comercio ni las inversiones internacionales.

17. Deberá emprenderse una evaluación del impacto ambiental, en calidad de instrumento nacional, respecto de cualquier actividad propuesta que probablemente haya de producir un impacto negativo.

18. Los Estados parte deberán notificar inmediatamente a otros Estados de los desastres naturales u otras situaciones de emergencia que puedan producir efectos nocivos súbitos en el medio ambiente de esos Estados.

19. Los Estados deberán proporcionar la información pertinente, o notificar previamente y en forma oportuna, a los Estados que posiblemente resulten afectados por actividades que puedan tener efectos ambientales transfronterizos adversos y celebrar las consultas con estos Estados en fecha temprana y de buena fe.

20. Las mujeres desempeñan un papel fundamental en la ordenación del medio ambiente y en el desarrollo.

21. Deberán movilizarse la creatividad, los ideales y el valor de los jóvenes del mundo para lograr forjar una alianza mundial orientada a lograr el desarrollo sostenible y asegurar un mejor futuro para todos.

22. Las poblaciones indígenas y sus comunidades, así como otras comunidades locales, desempeñan un papel fundamental en la ordenación del medio ambiente y el desarrollo, debido a sus conocimientos. Los Estados deberán reconocer y apoyar debidamente su identidad, cultura e intereses y hacer posible su participación efectiva en el logro del desarrollo sostenible.

CUMBRE MUNDIAL DE DESARROLLO SOSTENIBLE.

El lunes 26 de agosto del 2002, se inicio la Cumbre Mundial de Desarrollo Sostenible en Johannesburgo, Sudáfrica. Su objetivo es evaluar la Cumbre de la Tierra celebrada hace diez años en Río y adoptar medidas para lograr un desarrollo apto para las futuras generaciones.

Sin embargo muchos consideran que la solución no saldrá de estas mega reuniones. El ex ministro holandés de cooperación al desarrollo y medio ambiente, Jan Pronk, quien presidió las Cumbres de Cambio Climático, considera una pérdida de tiempo la interminable fila de jefes de gobierno que leen sus declaraciones, reiterando conceptos con mucha retórica y pocos pasos concretos.

El evento se anuncia espectacular, tanto por el número de jefes de Estado y de gobierno que han comprometido su asistencia, como por la presencia de alrededor de 60 mil participantes de organizaciones no gubernamentales, de 180 países, que se congregarán en un foro paralelo.

El concepto de “desarrollo sostenible” se consagró en la Cumbre sobre Medio Ambiente y Desarrollo, celebrada en Río de Janeiro en 1992. En términos de la ONU se define como “el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas”, cuyos parámetros centrales son:

•Crecimiento Económico y Equidad

•Conservación de Recursos Naturales

•Desarrollo Social
Propósito que apela a la aplicación de tres principios: la precaución preventiva, la solidaridad intergeneracional y entre pueblos del mundo, y la participación social en los mecanismos de decisión.

Las medidas existentes para preservar el medio ambiente -cada vez más frágil- pecan por ser insuficientes. Los buenos propósitos de reducción de la pobreza adoptados en múltiples foros mundiales y regionales se han reducido a papel mojado, pues la lógica de la globalización neoliberal imperante conlleva a una cada vez mayor concentración de la riqueza. Y es así que, se han desvanecido los esfuerzos para impulsar el desarrollo humano y frenar el deterioro del medio ambiente.

Teniendo en cuenta el retroceso que ha sufrido el desarrollo sostenible en estos diez años que han pasado desde la Cumbre de la Tierra de Río, los participantes viajan bastante desalentados a Sudáfrica.

Los balances realizados en una multiplicidad de espacios no gubernamentales, casi sin excepción coinciden en señalar que la aplicación de la Agenda 21 de Río ha sido mínima o nula. Sin embargo, de allí surgieron algunos tratados de importancia.

Tan es así que en la agenda de Johannesburgo consta la ratificación de una serie de esos tratados como el Protocolo de Kioto, el Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad, el Tratado Internacional sobre Recursos Genéticos de Plantas, etcétera. Como se sabe, varios de estos tratados han sido impugnados por Estados Unidos. Resta por ver si la presión logrará impedir que se concreten las ratificaciones esperadas.

Y ese es el gran temor que existe respecto a esta cumbre: que no se adopten medidas concretas. Generalmente, en las reuniones previas a una cumbre de esta magnitud, ya se fijan gran parte de los resultados. Esta vez nadie puede responder a la pregunta sobre qué saldrá de este evento.

Hace diez años en Río de Janeiro, existía mucho entusiasmo y afán de tomar medidas concretas para salvaguardar a Nuestra Madre Tierra de un colapso. Desde entonces, y tal como lo señala el pionero Edward Goldsmith, fundador en 1969 de la revista The Ecologist, “El deterioro ecológico ha crecido. En Río se habló mucho de crisis ambientales y de desarrollo sostenible, se han redactado muchos documentos, pero no se ha llegado a nada concreto. Los gobiernos de Occidente han dado algún dinero al Banco Mundial que lo ha canalizado a través del Fondo Global para el Medio Ambiente”, en lugar de ser destinado a los programas de las Naciones Unidas para el desarrollo humano y para el medio ambiente. El Fondo Global ha financiado planes que sirvieron para mitigar los daños sociales y ambientales provocados por los programas de desarrollo del propio Banco Mundial. La realidad es que hoy las políticas implementadas todavía son menos sostenibles y ecológicas que hace diez años. En la cumbre de Río, las empresas lograron imponer el orden del día desde los encuentros preparatorios. Ahora el control de las empresas multinacionales sobre los gobiernos es total. De hecho, las empresas cuidan sus intereses económicos a corto plazo,y no del bien común a largo plazo. ¿Johannesburgo? el título no será una “cumbre” de la tierra sino sobre el “desarrollo sostenible”, eufemismo frecuentemente utilizado para decir crecimiento económico.

Según Goldsmith, la palabra desarrollo es usada como panacea universal, con la confianza casi religiosa de que conlleva bienestar y libertad. Los datos demuestran que la pobreza aumenta, e incluso la diferencia entre ricos y pobres, sin embargo se contesta que es porque las recetas de desarrollo no han sido aplicadas correctamente. Luego la palabra desarrollo ha sido sazonada de varias formas. Se habló de “un desarrollo ecológico”, hay quien ha hablado de desarrollo “integrado”, luego “sostenible”. La realidad es que el desarrollo es cada vez menos ecológico, y también menos desarrollo.

La Cumbre de desarrollo Sostenible crea, por un lado, ambiciosas expectativas para la solución de los grandes problemas universales pero, por el otro existe una total ausencia de iniciativas para alcanzar ese resultado. Los países ricos viajan con la intención de conseguir objetivos ecológicos, mientras que las naciones en desarrollo consideran que no se puede lograr un desarrollo sostenible sin, por ejemplo, la eliminación de la pobreza.

Uno de los problemas esenciales es que la Cumbre está organizada por las Naciones Unidas, y esta entidad representa cada vez menos a las naciones y más a los gobiernos, especialmente a aquellos que financian a la ONU. El español Juan de Castro trabajó 20 años en la ONU, y frustrado, decidió abandonar la institución y crear el Centro de Estudios Metaeconómicos.

Juan de Castro nos da ejemplos sobre lo que es el desarrollo sostenible. La cumbre de Johannesburgo se presenta muy compleja, aunque tiene el mérito anticipado de que no pasará inadvertida. Y decimos que es compleja porque nada más ni nada menos se refiere a la supervivencia planetaria. No sólo en el sentido de sobrevivencia, sino en la perspectiva de “tener una mejor calidad de vida, basada en valores éticos, culturales y espirituales, y no sólo económicos.

En Johannesburgo no será necesario discutir nuevas ideas ni constatar que el actual desarrollo no es sostenible. Todo ello ya se ha hecho hace 10 años en Río o en la Declaración del Milenio de las naciones Unidas. Lo único que se debe hacer en Sudáfrica es lograr acuerdos para la ejecución de esos planes, incluyendo una dirección hacia donde enviar las facturas de los proyectos. Pero es precisamente allí donde está la piedra en el zapato. A los gobiernos en general, y en particular a los ricos, les gusta hacer demagogia con sus buenos propósitos, pero pocas veces están dispuestos a hacer los esfuerzos económicos necesarios para llevarlos a la práctica.

fuente: http://www.mitecnologico.com/Main/CumbresMundialesSobreDesarrolloSustentable

4.4.1 Cumbres mundiales sobre desarrollo sustentable.

El lunes 26 de agosto del 2002, se inicio la Cumbre Mundial de Desarrollo Sostenible en Johannesburgo, Sudáfrica. Su objetivo es evaluar la Cumbre de la Tierra celebrada hace diez años en Río y adoptar medidas para lograr un desarrollo apto para las futuras generaciones.

Sin embargo muchos consideran que la solución no saldrá de estas mega reuniones. El ex ministro holandés de cooperación al desarrollo y medio ambiente, Jan Pronk, quien presidió las Cumbres de Cambio Climático, considera una pérdida de tiempo la interminable fila de jefes de gobierno que leen sus declaraciones, reiterando conceptos con mucha retórica y pocos pasos concretos.

El evento se anuncia espectacular, tanto por el número de jefes de Estado y de gobierno que han comprometido su asistencia, como por la presencia de alrededor de 60 mil participantes de organizaciones no gubernamentales, de 180 países, que se congregarán en un foro paralelo.

El concepto de �desarrollo sostenible� se consagró en la Cumbre sobre Medio Ambiente y Desarrollo, celebrada en Río de Janeiro en 1992. En términos de la ONU se define como �el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas�, cuyos parámetros centrales son:

�Crecimiento Económico y Equidad

�Conservación de Recursos Naturales

�Desarrollo Social
Propósito que apela a la aplicación de tres principios: la precaución preventiva, la solidaridad intergeneracional y entre pueblos del mundo, y la participación social en los mecanismos de decisión.

Las medidas existentes para preservar el medio ambiente -cada vez más frágil- pecan por ser insuficientes. Los buenos propósitos de reducción de la pobreza adoptados en múltiples foros mundiales y regionales se han reducido a papel mojado, pues la lógica de la globalización neoliberal imperante conlleva a una cada vez mayor concentración de la riqueza. Y es así que, se han desvanecido los esfuerzos para impulsar el desarrollo humano y frenar el deterioro del medio ambiente.




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4.4.2 Sistemas de gestion medioambiental SGMA

Un Sistema de Gestión Medioambiental (SGMA) es aquella parte del sistema de gestión general que comprende: la estructura organizativa, las responsabilidades, las prácticas, los procedimientos, los procesos y los recursos para determinar y llevar a cabo una política medioambiental.

Los Sistemas de Gestión Medioambiental surgen en la década de los años 90, como instrumentos de carácter voluntario dirigidos a alcanzar un alto nivel de protección del medio ambiente en el marco de un desarrollo sostenible.

Para llevar a cabo la implantación de un Sistema de Gestión Medioambiental en una entidad existen diferentes modelos cuya finalidad es facilitar la estructuración y el desarrollo del Sistema.

El Sistema de Gestión Medioambiental que propone el proyecto Municipio Turístico Sostenible está basado concretamente en el Reglamento Comunitario 761/01 (EMAS). Este Reglamento tiene como fin proporcionar los elementos de un Sistema de Gestión Medioambiental efectivo para ayudar a las organizaciones a conseguir objetivos medioambientales.

Un Sistema de Gestión Medioambiental (SIGMA) se basa en cuatro elementos clave:

1. La gestión medioambiental

Es el instrumento fundamental para ejecutar la política medioambiental del municipio. Se trata de integrar en la gestión municipal, aspectos relativos al medio ambiente, apoyándose en una serie de instrumentos que ayudan a su aplicación: manual interno, programa, evaluaciones medioambientales,� Sin embargo, a diferencia de una aplicación estrictamente normativa, el municipio puede determinar el �ritmo� de aplicación de mejoras medioambientales, las cuales se van realizando de manera continua.

2. Las auditorias medioambientales

Son un instrumento de gestión que comprende la evaluación sistemática, objetiva, documentada y periódica del funcionamiento del Sistema de gestión medioambiental (organizaciones, procedimientos que aseguren la protección medioambiental y la adecuación de las actuaciones del municipio a sus políticas medioambientales). Es decir, comprueba periódicamente si el Sistema de gestión medioambiental se está aplicando y funciona adecuadamente.

3. Validación

Validación del Sistema de gestión medioambiental por parte de verificadores medioambientales independientes, imparciales y reconocidos para actuar en todo el ámbito comunitario. Esta validación otorga validez oficial en todo el ámbito comunitario al Sistema de gestión medioambiental implantado en el Ayuntamiento.

4. Información

Información al público y a todos los agentes turísticos acerca del comportamiento del Ayuntamiento en materia de medioambiente, a través de la declaración medioambiental.

El Sistema de Gestión Medioambiental se define a partir de la descripción de una política y unos objetivos, en la confección de los cuales se deben tener en cuenta los requisitos legales y la información sobre los aspectos medioambientales que la organización puede controlar y sobre los cuales pueda esperarse que tenga influencia.

Los objetivos del Sistema de Gestión Medioambiental desarrollan los grandes propósitos generales en materia de comportamiento medioambiental que han sido identificados en la Política de Gestión Medioambiental establecida por el Ayuntamiento.

Una vez que el Ayuntamiento ha definido voluntariamente las actuaciones que quiere llevar a cabo en materia medioambiental debe proceder a la implantación de las mismas.



Sistemas de gestion mediaombiental

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