domingo, 25 de septiembre de 2011

NOTICIA DE ETICA Y MEDIO AMBIENTE

Negocios, ética y medio ambiente: el caso de un empresario exitosoPor: MANUEL VALENCIA CASTRO
A LA CIUDADANÍA


"Todo sistema viviente de la tierra está menguando, todos los sistemas de soporte de vida de la tierra disminuyen, y juntos constituyen la biosfera. La biosfera que ayuda y nutre toda la vida, no sólo la nuestra sino la de 30 millones de especies... La compañía típica del siglo XX explotadora, sucia, abusadora, lineal en todos sus procesos, quitándole a la tierra, produciendo, gastando, enviando sus productos de vuelta a la biosfera, los desechos a los rellenos sanitarios, a mí me sorprendió enterarme cuántas cosas tiene que producir la tierra a través de nuestra extracción para producir un dólar de ganancia para las compañías. Cuando supe esto me quedé sin palabras. Estamos dejando un legado terrible, de venenos y disminución del ambiente para los nietos de nuestros nietos, para generaciones aún no nacidas. Algunos lo llaman tiranía intergeneracional, una forma de estafar sin representación, un impuesto cobrado por nosotros a las generaciones futuras". Habla Ray Anderson, un alto ejecutivo de la compañía de fabricantes de alfombras Interface, en el documental The Corporation (La Corporación). Un hombre que le cayó el veinte cuando presionado por sus clientes, que le preguntaban lo que Interface hacía por el medio ambiente, leyó el libro de Paul Hawken, The Ecology of Commerce, un texto en el que se sostiene que las compañías deberían poner en práctica un modelo más sostenible y respetuoso de negocios, un modelo que podría incluso llegar a imitar al mundo natural, un libro polémico aun entre los economistas verdes, por sus ideas como la de gravar el daño provocado por los negocios para producir un sistema económico sustentable.


Lo común sin esforzarnos mucho, es que se piense que los negocios no armonizan ni con la ética ni con el ambiente. Se dicen muchas cosas: que la ética de los negocios es simple y llanamente una tontería, porque se mueven en sentido contrario, esto es, que las decisiones éticas significan menos utilidades. Lo mismo pasa con el ambiente, que se considera como un mal necesario con el que se tiene que cumplir reglamentariamente. Ray Anderson vio los dos lados de la moneda, por eso él se definía según la visión ambiental como "un destructor de la tierra y un saqueador", y como un "capitán de industria, un héroe moderno, un empresario", según las pautas de los negocios convencionales. Sin embargo, su autocrítica fue más allá, comentaba de una forma muy cruda la falta ética y manejo ambiental de sus negocios: "Si no podemos hacer alfombras de forma sustentable a lo mejor no tenemos lugar en un mundo sustentable, me di cuenta que había estado dirigiendo Interface como un saqueador, saqueando algo que no era mío, algo que les pertenecía a todas las criaturas del mundo, y me di cuenta que tendría que llegar el día cuando esto fuera ilegal, cuando no se permitiera el saqueo. Tiene que llegar ese día. Un día la gente como yo, irá a parar a la cárcel".


El impulso de esta fuerza ética y de la gran conciencia ambiental adquirida, trastocó el enfoque, los procesos y las tecnologías de Interface, y se propuso poner en práctica el modelo sostenible y respetuoso de negocios propuesto por Hawken, incluso trabajando con la biomimética o tecnología que imita a la naturaleza que consiste en la aplicación de métodos y sistemas naturales a la ingeniería, con un resultado exitoso en la producción de un gran número de innovaciones.


La armonía entre el negocio de Interface, la ética y manejo ambiental aplicados rindieron frutos que cuestionan seriamente todas las tesis convencionales de negocios que niegan y dudan de lo que logró y con creces Ray Anderson.


Un resumen tomado de sus propias cuentas se presenta a continuación: "Interface ha logrado importantes retornos de sus inversiones verdes. Desde 1995, la compañía eliminó $316 millones de dólares en desechos, cifra ésta que es suficiente para probar de manera taxativa el éxito de sus inversiones en sostenibilidad. 93 millones de libras de material reciclado que sería suficiente para alfombrar 45 veces el Empire Satate Building. La energía utilizada para manufacturar cada metro cuadrado de alfombra descendió un 41 por ciento en el último año, y ese ahorro fue equivalente a 61,000 barriles de petróleo. Las emisiones de gases de efecto invernadero han descendido en un 56 por ciento, el equivalente a que dejen de rodar 21,000 autos cada año. El uso de agua bajó un 73 por ciento, un tercio de las chimeneas de la fábrica fueron clausuradas, más de la mitad de todas las tuberías fueron cerradas. Mientras tanto, las ventas se han elevado a mil millones de dólares, e Interface se ha convertido en la más grande expendedora mundial de alfombras modulares. La compañía, está casi a la mitad del camino de lograr su objetivo de -cero deshechos para 2020".


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